jueves, 6 de febrero de 2014

EL DESTINO TAMBIÉN JUEGA (1966)



No hay nada más típico en el salvaje oeste que una partida de póker en el saloon. Pero aún siendo un elemento muy característico del cine del oeste, no recuerdo ninguna película excepto esta, que sea una partida de póker el eje central sobre el que gira toda la película. Realmente solo ha existido una película que se centre en el desarrollo de una partida de póker y estamos hablando de la magnífica “El rey del juego” de Norman Jewison, con el inolvidable duelo entre Steve McQueen y Edward G. Robinson.

Es la primera película dirigida para la gran pantalla por el desconocido Fielder Cook que desarrollo toda su carrera en la televisión como productor, director y guionista de series de tv. El brillante y sorpresivo guión lo firma Sidney Carrol, el guionista entre otras de la obra maestra “El buscavidas”, que aquí adapta al cine su propio guión de televisión “Big deal in Laredo”. 


Me gusta mucho el título en inglés de la película, que resume lo que es esta película “A Big Hand For the Little Lady” (Una gran mano para la pequeña dama). 

En Laredo en (Texas) las cinco personas más ricas de la comarca se reúnen una vez al año para jugar una partida de póker. Son los excelentes secundarios: el millonario Jason Robards, el dueño de la empresa de pompas fúnebres Charles Bickford, el abogado Kevin McCarthy, el tratante de ganado Robert Middleton y el ganadero John Qualen. Los cinco jugadores son muy avaros, irascibles, insensibles, egoístas y los mejores jugadores de póker del salvaje oeste.


Jason Robards, Charles Bickford, Kevin McCarthyJohn Qualen y Robert Middleton


Henry Fonda, su mujer Joanne Woodward y su hijo de diez años, que se dirigen a una granja de Texas, se quedan a descansar en un hotel de Laredo donde se celebra la partida. A pesar de las recomendaciones de su esposa, Henry Fonda, que es un gran aficionado al juego (probablemente un ex ludópata), cae en la tentación y se une a la partida, perdiendo todos los ahorros familiares. De repente, sufre un ataque cardíaco, de modo que será Joanne Woodward la encargada de terminar la partida. El film suma comedia, drama y western por partes iguales. Y no cuento más porque la película tiene muchas sorpresas que cuanto menos se sepa mejor. 


Henry Fonda, Joanne Woodward y su hijo son una familia muy feliz

Convincentes sus fabulosos protagonistas, Henry Fonda, como el padre de familia, un Henry Fonda que se le ve muy mayor para hacer westerns, y nos impresiona como jugador ludópata, que sufre porque su vicio puede llevar a su familia a la ruina, que realismo como se encuentra filmada la partida de póker y Joanne Woodward, su mujer, moralista, de la liga antialcohólica y contraria al juego, no tendrá más remedio que intentar terminar la partida a pesar de que no conoce las reglas del póker, tendrá que imponer su carácter y estar dispuesta a todo por salvar a su familia. 


Joanne Woodward y Henry Fonda dos grandes actores

Joanne Woodward una gran actriz, que quizás nunca se reconoció lo suficiente lo buena actriz que era, siempre bajo las sombra de su marido Paul Newman,  Como ejemplo, la preciosa escena donde la vemos bajar por las escaleras y todos los que se encuentran en el saloon se vuelven para verla,  todo elegancia, clase y belleza.




 Preciosa actriz Joanne Woodward


Newman saluda a Henry Fonda


Muchas escenas para el recuerdo, el trepidante principio donde vemos a un carro fúnebre avanzando a toda velocidad por el desierto, y se va parando a recoger a los demás jugadores de la partida, un abogado que deja un juicio antes de la sentencia donde pueden condenar un hombre a la horca y en casa de un millonario que abandona la boda de su propia hija. 


Rápido que la partida esta a punto de empezar


Las interpretaciones de nuestros protagonistas de la partida son imnensas, parece que estamos sentados en la mesa con ellos, vemos sus caras de póker, de farol, de alegría o de resignación al recibir las cartas. Los diálogos son irónicos y muy simpáticos, comprenderemos de la importancia de esta partida en sus vidas.


¡Hagan juego señores!


La ambientación de la película es excelente, muy bien retratados el pueblo y el saloon donde se celebra la partida, con una maravillosa fotografía y música que acompaña excelentemente el relato.


Cuando Joanne Woodward se le permite entrar en la partida, la partida gana en emoción, en tensión e intriga, se sube la apuesta y lo puedes ganar todo o perderlo todo en una última mano. 

Joanne Woodward se une a la partida


Una pequeña joya para amantes del póker y del buen cine, un western muy poco conocido con un final tan sorprendente que te deja con un buen sabor de boca y con una sonrisa en los labios.



Acérquense a Laredo (Texas) a una de las mejores partidas de póker de la historia del cine, y anímense a descubrir si la pequeña dama tiene una gran mano o es el farol más grande visto en el salvaje oeste. Por cierto, el póker se juega con “las reglas del oeste” si no tienes dinero para igualar la mano no puedes seguir en la partida.









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